martes, 30 de enero de 2018

En busca de la motivación perdida

En mi post anterior, "Sentimos comunicarte, que ya no seguirás trabajando con nosotros"  hablaba sobre el enorme impacto que provoca la pérdida del trabajo en nuestra rutina diaria y el trastorno en muchos aspectos, desde el económico a el emocional.

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En este post, pretendo hablar de recursos, herramientas  y consejos para ayudarte a recuperar la motivación ante la pérdida de un empleo. Del mismo modo que estructuré los síntomas del duelo por fases, también lo haré con las estrategias y herramientas que podemos usar para afrontarlo.

1ª Fase: Estado de Shock

Cuando se recibe la noticia, las reacciones pueden ser muy diversas: taquicardia, sudor frío, dificultad para respirar,  angustia, ganas de llorar, gritar, no sentir nada…

En este momento lo más importante es:

-   “No decir nada de lo que puedas arrepentirte”: puede que en el momento en el que te comuniquen la noticia, quieras desahogarte y decirle todo lo que piensas a tu jefe, a tus compañeros, a RRHH… pero es muy importante que en ese momento no digas nada.
-     Mostrar profesionalidad: es fundamental reaccionar con entereza y demostrar tu seriedad hasta en esta circunstancia, ya que cada vez más, se piden referencias de otros trabajos; te perjudicaría montar un número y que hablen mal de ti.
-      Firmar “no conforme” si no lo tienes claro: si te coge por sorpresa, tómate tu tiempo para ver cómo firmas el finiquito y cuales son las condiciones del despido.
En cualquier caso, puedes firmar “no conforme”, ya que te dejará la posibilidad de reclamar si ves que algo no es correcto o si tienes que ir a al SMAC.
-     No tomar decisiones comprometidas o precipitadas: piensa y haz las cosas con tiempo para asentar la noticia, sin tomar grandes decisiones o determinaciones. Intenta tener calma para realizar las primeras gestiones que tienen que ver con el desempleo.


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2ª Fase: Tristeza y/o desesperación.

En este momento se acaba la rutina laboral y suele haber una preocupación muy intensa sobre el futuro y las decisiones a tomar.

Pasados unos días es necesario crear un calendario con nuevas rutinas que nos ayuden a estructurar nuestro tiempo: es muy fácil dejarte llevar por la apatía y que el tiempo se te escurra de los dedos, por lo que es importante que estructures el tiempo en base a una nueva rutina.

Para poder crear tu calendario con nuevas rutinas:

-          Establece una hora para levantarte: es importante que siempre sea la misma y que te permita aprovechar el día.
Si estabas acostumbrada a acostarte a una determinada hora y a madrugar, es importante que lo sigas haciendo.
Si alargas las noches, te levantarás sin ánimos para iniciar tu rutina y para buscar trabajo.
-          Organiza las tareas: las relacionadas con la vida diaria (aseo, llevar a los niños al colegio, hacer la comida, comer,…) y escríbelas en el calendario.
-          Fijar las franjas que dedicarás a buscar trabajo: es recomendable buscar por la mañana y por la tarde para poder controlar las ofertas que van saliendo, por lo que es importante establecer dos franjas.
La búsqueda de empleo es una tarea que puede llevar muchas horas al día si se hace de forma intensiva, por lo que es necesario invertir, como mínimo 4 horas al día.
-          Guardar tiempo  para ti: y dedicarlas a algo que te guste hacer (deporte, ir a dar un paseo, salir a tomar un café, hacer un puzzle…).

Una vez que tengas el calendario, ponlo en un lugar visible y proponte cumplirlo, como cumplías con tu obligación de ir al trabajo.

Aunque en ocasiones no te va a apetecer seguirlo y pondrás un millón de excusas, cumplir con unos horarios (excluyendo las excepciones), va a permitirte tener estabilidad emocional, seguridad y efectividad. 
Tener un orden de actividades nos permite estar centrados y no darle en darle vueltas a la cabeza con pensamientos inútiles o negativos.

La búsqueda de empleo es una carrera de fondo, en la que hay que implicarse y esforzarse todos los días. No sabemos si una de nuestras acciones diarias nos llevará a conseguir alguna de nuestras metas, por lo que es fundamental no perder la constancia.

3ª Fase: desesperación y retraimiento.

Suele haber una tendencia al aislamiento, a estar en soledad  y a no querer hablar de ello. En esta fase puede aumentar la tristeza, la preocupación, el autoreproche o la frustración y tiene más riesgo de cronificarse.

En este momento es muy importante estar pendiente, ya que es muy  frecuente que aparezcan pensamientos negativos del tipo ”no valgo”, “nunca voy a encontrar trabajo”, “soy demasiado mayor”, etc.

Este tipo de pensamientos no sólo paralizan, sino que pueden sumirte en un estado de ánimo pesimista, apático o depresivo. Son automáticos y en muchos casos son inconscientes, por lo que nos podemos estar enviando los mismos mensajes negativos 34.500 veces al día.
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De la misma forma en la que nos decimos cosas negativas, también podemos enviarnos mensajes positivos. Puede que al principio  no tengas ganas y pienses que no sirve de nada, porque no lo creas… pero repetir mensajes positivos tiene un efecto balsámico y sin darte cuenta, te harán sentir mejor.

De la misma manera que los mensajes negativos te perjudican sin darte cuenta, los mensajes positivos te permitirán avanzar y creer en ti misma. Tú tienes la capacidad de conseguirlo y es fundamental que te lo digas. Igual que crees en los mensajes negativos, con el tiempo creerás en los positivos.

En este punto, cada una tenemos que elegir nuestros propios mensajes que nos motiven y nos convenzan.  

Os dejo ejemplos de pensamientos positivos, que yo utilizo, a modo de ejemplo como:


-          Soy valiosa y capaz.
-          Voy a conseguir lo que me propongo.
-          Mi voluntad y perseverancia tendrá frutos.
-          Hoy siembro para recoger mañana.
-          Hoy queda un día menos para tener trabajo.
-          No voy a buscar trabajo, voy a encontrarlo.
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 Fase 4: Pérdida de identidad

Cuando se pierde el trabajo, también puede haber una pérdida de la identidad, ya que al dejar de trabajar se pierde  el reconocimiento social, las funciones, actividad, contacto social…
Esto produce gran desorientación y una crisis vital que en muchas ocasiones lleva a plantearnos quiénes somos y qué es lo que queremos.

Somos personas con capacidades, competencias, virtudes, preferencias… por lo que es el momento de coger un lápiz y un papel para definirte. Por mucho que te digan los demás, nunca llegarás a creértelo hasta que no te lo digas tú misma.

Te planteo las siguientes preguntas:


  • ¿Cómo eres?. Intenta describirte de una forma abierta hablando de cuales son  virtudes y defectos, qué te gusta y te disgusta, qué se te da bien y qué se te da mal. Puedes hacer una redacción si te resulta más fácil.
  • ¿Cómo te definirías como profesional?. Enumera a habilidades y aptitudes que hace que desarrolles de forma eficaz tu trabajo. Como orientadora laboral sé que son las que más cuestan, por lo que adjunto un listado de competencias profesionales que te ayude a seleccionar las que más encajen con las tuyas. Pincha aquí para descargarlo.

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Fase 5: Reorganización y acomodación.

Los sentimientos que en el pasado fueron intensos, ahora se atenúan y empieza a haber tranquilidad, aceptación y puede ir apareciendo la ilusión.

Es un momento en el que podremos estar más tranquilas para reflexionar, que es lo que nos permitirá avanzar en nuestros objetivos y elaborar un plan de acción para saber lo que realmente quieres conseguir. En ocasiones el objetivo profesional no tiene que ver con el trabajo que has desempeñado, por lo que es importante determinar si vas a seguir el mismo rumbo o vas a girar 180ª a la derecha en tu camino profesional.

Para ello, hay que establecer claramente cuál es tu objetivo profesional con metas muy concretas, realistas y alcanzables.

Para ello, te planteo las siguientes preguntas:
  • ¿Cuál es tu objetivo profesional?.  Tienes claro a qué te quieres dedicar o tienes quedarle un par de vueltas.
  • ¿Cuáles son tus metas a corto plazo (hasta dentro de 6 meses)?. ¿Qué tienes que hacer para conseguirlo (nueva formación, nuevos contactos, etc)?.
  • ¿Cuáles son tus metas a medio plazo (de 6 meses a 2-3 años)?. ¿Qué tienes que hacer para conseguirlo (nueva formación, nuevos contactos, etc)?.
  • ¿Cuáles son tus metas a largo plazo (de 2 años en adelante)?. ¿Qué tienes que hacer para conseguirlo (nueva formación, nuevos contactos, etc)?.


En este post te he intentado explicar técnicas y herramientas desde un punto de vista profesional, como orientadora laboral y también he utilizado mi propia experiencia como desempleada.
Es inutil "no predicar con el ejemplo", por lo que soy la primera que he hecho de conejillo de indias de mis propias propuestas, poniendo empeño en continuar con las rutinas y la disciplina diariamente, sabiendo que tendrá frutos. He de reconocer que no siempre es fácil, que hay momentos grises y el camino es difícil, pero es una carrera de fondo y a veces vamos más lentos y en otros podremos ir más rápido.

¿Has probado alguna vez alguna de las técnicas que te propongo?, ¿crees que funcionan?, ¿tienes curiosidad en saber algo más de alguno de los temas que menciono?.

Por favor, no dudes en dejar tus preguntas y comentarios... y si te gusta y quieres, comparte en tus redes sociales.

miércoles, 10 de enero de 2018

Sentimos comunicarte, que ya no seguirás trabajando con nosotros



Esa frase, o una frase similar, marca un antes y un después en nuestra vida.

Aunque las circunstancias que rodeen a esa frase sean diferentes (un ERE, reajuste de personal, cierre de negocio, etc…), el final es el mismo: estás despedida, estás en la calle, ¿y ahora qué?.

En este post haré un análisis de las fases sin entrar en detalle en los consejos (ya que  eso lo haré en el siguiente post).
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¿Por qué el despido es considerado un duelo?
El impacto emocional del despido es tan enorme, que está considerado como una de las causas de estrés más grandes en nuestra sociedad y puede compararse con un trauma o una muerte de alguien querido, de hecho las fases  por las que se pasa y los síntomas que se padecen pueden ser similares a los que se padecen cuando se pasa por un duelo, y por lo tanto, hay que tomarlo como un tránsito y un proceso.
La pérdida de trabajo es la “muerte” de una rutina, hábitos, grupo de contactos, amistades… que nos ha podido acompañar muchos años.
Es el fin de algo que nos ha acompañado y ha formado parte de nosotros mismo y nuestra vida, y puede se  algo que "nos define".

¿Cómo es?
En este post he querido hablar de las fases por las que se puede pasar (equiparadas a las fases del duelo por la pérdida). La duración de cada fase depende de las diferencias individuales de cada persona, así como los síntomas y la intensidad. Hay personas que no pasan por fases y también hay fases que se solapan, pero lo normal es pasar por una etapa "dura" tras perder un empleo.

Suelen durar unos meses... pero si los síntomas de malestar se prolongan más de seis meses, hasta llegar al año, es conveniente consultar con un especialista que os pueda ayudar a saber que es lo que os pasa más allá del duelo por el empleo y os ayude a superarlo.

1ª Fase: Estado de Shock

Cuando se recibe la noticia, las reacciones pueden ser muy diversas: taquicardia, sudor frío, dificultad para respirar, ansiedad, angustia, ganas de llorar, gritar, no sentir nada…

La magnitud depende de si la noticia era conocida (y el despido era inminente), se estaba barruntando la noticia o era algo desconocido y os pilló por sorpresa.
Generalmente, en los días después a un despido, el contacto con las emociones es menor (ya que hay que estar preocupado en arreglar papeles, decírselo a la gente, cambiar los hábitos…).
Existe una especie de anestesia emocional y confusión.

Consejo: es mejor no tomar decisiones importantes hasta pasado un tiempo, cuando hayamos conseguido asentar la noticia.

2ª Fase: Tristeza y/o desesperación.

Del embotamiento del shock se pasa al sentimiento intenso de tristeza, rabia o desesperación, en ocasiones muy intensos. Puede haber alternanza de “encanto-desencanto”, sobre el anterior trabajo, con pensamientos recurrentes sobre los motivos o las rutinas pasadas.
Suele haber una preocupación muy intensa sobre el futuro y las decisiones a tomar.
Aparece el insomnio, las malas digestiones, la ansiedad, el nerviosismo, etc.


Consejo: crear rutinas nuevas que os mantengan ocupados, estructurar la búsqueda de empleo y tener tiempo libre dedicado al ocio.

3ª Fase: desesperación y retraimiento.

Suele haber una tendencia al aislamiento, al deseo de estar en soledad  y no querer hablar de ello. Esto hace que se rompan hábitos, rutinas y que se tienda a abandonar hasta actividades que resultaban muy gratificantes.
En esta fase puede aumentar la tristeza, la preocupación, el autoreproche o la frustración y tiene más riesgo corre a cronificarse, ya que algunas personas que pierden el trabajo, luego están mucho tiempo en esta fase de apatía y aislamiento.

Consejo: en esta fase es en la que es necesario estar atento y poner medios para que no se cronifique, tanto si nos pasa a nosotros o a una persona de nuestro entorno.

 Fase 4: Pérdida de identidad

Cuando se pierde el trabajo, también puede haber una pérdida de la identidad ya que la persona que la vida profesional se pierde (junto con el reconocimiento, funciones, contacto social…).
Esto produce gran desorientación y una crisis vital que en muchas ocasiones lleva a plantearnos quiénes somos y qué es lo que queremos.

Consejo: saber que somos mucho más allá del trabajo. Que no "tenemos", sino que "somos".

 Fase 5: Reorganización y acomodación.

 Los sentimientos que en el pasado fueron intensos, ahora se atenúan y empieza a haber tranquilidad, aceptación y puede ir apareciendo la ilusión.
Este es el momento de plantear nuestro objetivo y elaborar un plan de acción para saber lo que ralmentese quiere conseguir.

Es el mejor momento para dejar el pasado atrás y plantear un avance tanto personal como profesionalmente.
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En la siguiente presentación de Prezi hago un resumen de las mismas fases e incorporo un vídeo muy conocido sobre los sueños y las metas que espero que os guste.
 Pinchar aquí   ---Las fases del duelo 


 


¿Os sentís identificados?, ¿habéis pasado por el duelo?, ¿estáis en ello?.

Me gustaría mucho conocer vuestras opiniones.