En mi post anterior, "Sentimos comunicarte, que ya no seguirás trabajando con nosotros" hablaba sobre
el enorme impacto que provoca la pérdida del trabajo en nuestra rutina diaria y el trastorno en
muchos aspectos, desde el económico a el emocional.
En este post, pretendo hablar de recursos, herramientas y consejos para ayudarte a recuperar la motivación ante la pérdida de un empleo. Del
mismo modo que estructuré los síntomas del duelo por fases, también lo haré con
las estrategias y herramientas que podemos usar para afrontarlo.
1ª Fase: Estado de Shock
Cuando se recibe la noticia, las reacciones pueden ser muy
diversas: taquicardia, sudor frío, dificultad para respirar, angustia, ganas de llorar, gritar, no sentir nada…
En este momento lo más importante es:
- “No decir nada de lo que puedas arrepentirte”: puede que en el momento en el que te comuniquen la noticia,
quieras desahogarte y decirle todo lo que piensas a tu jefe, a tus compañeros,
a RRHH… pero es muy importante que en ese momento no digas nada.
- Mostrar profesionalidad: es fundamental
reaccionar con entereza y demostrar tu seriedad hasta en esta circunstancia, ya
que cada vez más, se piden referencias de otros trabajos; te perjudicaría
montar un número y que hablen mal de ti.
- Firmar “no conforme” si no lo tienes claro: si te coge por sorpresa, tómate tu tiempo para ver cómo firmas el
finiquito y cuales son las condiciones del despido.
En cualquier caso,
puedes firmar “no conforme”, ya que te dejará la posibilidad de reclamar si ves
que algo no es correcto o si tienes que ir a al SMAC.
- No tomar decisiones comprometidas o precipitadas: piensa y haz las cosas con tiempo para asentar la noticia, sin
tomar grandes decisiones o determinaciones. Intenta tener calma para realizar las primeras gestiones que tienen que ver con el desempleo.
2ª Fase: Tristeza y/o desesperación.
En este momento se acaba la rutina laboral y suele haber una
preocupación muy intensa sobre el futuro y las decisiones a tomar.
Pasados unos días es necesario crear un calendario con nuevas rutinas que nos ayuden a estructurar
nuestro tiempo: es muy fácil dejarte llevar por la apatía y que el tiempo
se te escurra de los dedos, por lo que es importante que estructures el tiempo en
base a una nueva rutina.
Para poder crear tu
calendario con nuevas rutinas:
-
Establece una hora para levantarte: es importante que siempre sea la misma y que te permita
aprovechar el día.
Si estabas
acostumbrada a acostarte a una determinada hora y a madrugar, es importante que
lo sigas haciendo.
Si alargas las noches,
te levantarás sin ánimos para iniciar tu rutina y para buscar trabajo.
-
Organiza las tareas: las relacionadas con
la vida diaria (aseo, llevar a los niños al colegio, hacer la comida, comer,…)
y escríbelas en el calendario.
-
Fijar las franjas que dedicarás a buscar trabajo: es recomendable buscar por la mañana y por la tarde para poder
controlar las ofertas que van saliendo, por lo que es importante establecer dos
franjas.
La búsqueda de empleo
es una tarea que puede llevar muchas horas al día si se hace de forma
intensiva, por lo que es necesario invertir, como mínimo 4 horas al día.
-
Guardar tiempo para ti: y dedicarlas a algo que te guste hacer (deporte, ir a dar un
paseo, salir a tomar un café, hacer un puzzle…).
Una vez que tengas el calendario, ponlo en un lugar visible y
proponte cumplirlo, como cumplías con tu obligación de ir al trabajo.
Aunque en ocasiones no te va a apetecer seguirlo y pondrás un
millón de excusas, cumplir con unos
horarios (excluyendo las excepciones), va a permitirte tener estabilidad
emocional, seguridad y efectividad.
Tener un orden de actividades nos permite estar centrados y no darle en darle vueltas a la cabeza con pensamientos inútiles o negativos.
Tener un orden de actividades nos permite estar centrados y no darle en darle vueltas a la cabeza con pensamientos inútiles o negativos.
La
búsqueda de empleo es una carrera de fondo, en la que hay que implicarse y
esforzarse todos los días. No
sabemos si una de nuestras acciones diarias nos llevará a conseguir alguna de
nuestras metas, por lo que es fundamental no perder la constancia.
3ª Fase: desesperación y retraimiento.
Suele haber una tendencia al aislamiento, a estar en soledad y a no querer hablar de ello. En esta fase puede
aumentar la tristeza, la preocupación, el autoreproche o la frustración y tiene
más riesgo de cronificarse.
En este momento es muy importante estar pendiente, ya que es muy frecuente que aparezcan pensamientos negativos
del tipo ”no valgo”, “nunca voy a encontrar trabajo”, “soy demasiado mayor”,
etc.
Este tipo de pensamientos no sólo paralizan, sino que pueden
sumirte en un estado de ánimo pesimista, apático o depresivo. Son automáticos y
en muchos casos son inconscientes, por lo que nos podemos estar enviando los
mismos mensajes negativos 34.500 veces al día.
De la misma forma en la que nos decimos cosas negativas, también
podemos enviarnos mensajes positivos. Puede que al principio no
tengas ganas y pienses que no sirve de nada, porque no lo creas… pero repetir
mensajes positivos tiene un efecto balsámico y sin darte cuenta, te harán
sentir mejor.
De la misma manera que los mensajes negativos te perjudican sin
darte cuenta, los mensajes positivos te permitirán avanzar y creer en ti misma.
Tú tienes la capacidad de conseguirlo y es fundamental que te lo digas. Igual
que crees en los mensajes negativos, con el tiempo creerás en los positivos.
En este punto, cada una tenemos que elegir nuestros propios mensajes que nos motiven y nos convenzan.
Os dejo ejemplos de pensamientos positivos, que yo utilizo, a modo de ejemplo como:
Os dejo ejemplos de pensamientos positivos, que yo utilizo, a modo de ejemplo como:
-
Soy valiosa y capaz.
-
Voy a conseguir lo que me propongo.
-
Mi voluntad y perseverancia tendrá frutos.
-
Hoy siembro para recoger mañana.
-
Hoy queda un día menos para tener trabajo.
-
No voy a buscar trabajo, voy a encontrarlo.
Fase 4: Pérdida de identidad
Cuando se pierde el trabajo, también puede haber una pérdida de la
identidad, ya que al dejar de trabajar se pierde el reconocimiento social, las funciones, actividad, contacto social…
Esto produce gran desorientación y una crisis vital que
en muchas ocasiones lleva a plantearnos quiénes somos y qué es lo que
queremos.
Somos personas con capacidades, competencias, virtudes,
preferencias… por lo que es el momento de coger un lápiz y un papel para definirte.
Por mucho que te digan los demás, nunca llegarás a creértelo hasta que no te lo
digas tú misma.
Te planteo las siguientes preguntas:
Fase 5: Reorganización y acomodación.
- ¿Cómo eres?. Intenta describirte de una forma abierta hablando de cuales son virtudes y defectos, qué te gusta y te disgusta, qué se te da bien y qué se te da mal. Puedes hacer una redacción si te resulta más fácil.
- ¿Cómo te definirías como profesional?. Enumera a habilidades y aptitudes que hace que desarrolles de forma eficaz tu trabajo. Como orientadora laboral sé que son las que más cuestan, por lo que adjunto un listado de competencias profesionales que te ayude a seleccionar las que más encajen con las tuyas. Pincha aquí para descargarlo.
Los sentimientos que en el pasado fueron intensos, ahora se
atenúan y empieza a haber tranquilidad, aceptación y puede ir
apareciendo la ilusión.
Es un momento en el que podremos estar más tranquilas para reflexionar,
que es lo que nos permitirá avanzar en nuestros objetivos y elaborar un plan de acción para saber lo que realmente quieres
conseguir. En ocasiones el objetivo profesional no tiene que ver con el trabajo que has desempeñado, por lo que es importante determinar si vas a seguir el mismo rumbo o vas a girar 180ª a la derecha en tu camino profesional.
Para ello, hay que establecer
claramente cuál es tu objetivo profesional con metas muy concretas, realistas y
alcanzables.
Para ello, te planteo las siguientes
preguntas:
- ¿Cuál es tu objetivo profesional?. Tienes claro a qué te quieres dedicar o tienes quedarle un par de vueltas.
- ¿Cuáles son tus metas a corto plazo (hasta dentro de 6 meses)?. ¿Qué tienes que hacer para conseguirlo (nueva formación, nuevos contactos, etc)?.
- ¿Cuáles son tus metas a medio plazo (de 6 meses a 2-3 años)?. ¿Qué tienes que hacer para conseguirlo (nueva formación, nuevos contactos, etc)?.
- ¿Cuáles son tus metas a largo plazo (de 2 años en adelante)?. ¿Qué tienes que hacer para conseguirlo (nueva formación, nuevos contactos, etc)?.
En este post te he intentado explicar técnicas y herramientas desde un punto de vista profesional, como orientadora laboral y también he utilizado mi propia experiencia como desempleada.
Es inutil "no predicar con el ejemplo", por lo que soy la primera que he hecho de conejillo de indias de mis propias propuestas, poniendo empeño en continuar con las rutinas y la disciplina diariamente, sabiendo que tendrá frutos. He de reconocer que no siempre es fácil, que hay momentos grises y el camino es difícil, pero es una carrera de fondo y a veces vamos más lentos y en otros podremos ir más rápido.
¿Has probado alguna vez alguna de las técnicas que te propongo?, ¿crees que funcionan?, ¿tienes curiosidad en saber algo más de alguno de los temas que menciono?.
Por favor, no dudes en dejar tus preguntas y comentarios... y si te gusta y quieres, comparte en tus redes sociales.