miércoles, 10 de enero de 2018

Sentimos comunicarte, que ya no seguirás trabajando con nosotros



Esa frase, o una frase similar, marca un antes y un después en nuestra vida.

Aunque las circunstancias que rodeen a esa frase sean diferentes (un ERE, reajuste de personal, cierre de negocio, etc…), el final es el mismo: estás despedida, estás en la calle, ¿y ahora qué?.

En este post haré un análisis de las fases sin entrar en detalle en los consejos (ya que  eso lo haré en el siguiente post).
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¿Por qué el despido es considerado un duelo?
El impacto emocional del despido es tan enorme, que está considerado como una de las causas de estrés más grandes en nuestra sociedad y puede compararse con un trauma o una muerte de alguien querido, de hecho las fases  por las que se pasa y los síntomas que se padecen pueden ser similares a los que se padecen cuando se pasa por un duelo, y por lo tanto, hay que tomarlo como un tránsito y un proceso.
La pérdida de trabajo es la “muerte” de una rutina, hábitos, grupo de contactos, amistades… que nos ha podido acompañar muchos años.
Es el fin de algo que nos ha acompañado y ha formado parte de nosotros mismo y nuestra vida, y puede se  algo que "nos define".

¿Cómo es?
En este post he querido hablar de las fases por las que se puede pasar (equiparadas a las fases del duelo por la pérdida). La duración de cada fase depende de las diferencias individuales de cada persona, así como los síntomas y la intensidad. Hay personas que no pasan por fases y también hay fases que se solapan, pero lo normal es pasar por una etapa "dura" tras perder un empleo.

Suelen durar unos meses... pero si los síntomas de malestar se prolongan más de seis meses, hasta llegar al año, es conveniente consultar con un especialista que os pueda ayudar a saber que es lo que os pasa más allá del duelo por el empleo y os ayude a superarlo.

1ª Fase: Estado de Shock

Cuando se recibe la noticia, las reacciones pueden ser muy diversas: taquicardia, sudor frío, dificultad para respirar, ansiedad, angustia, ganas de llorar, gritar, no sentir nada…

La magnitud depende de si la noticia era conocida (y el despido era inminente), se estaba barruntando la noticia o era algo desconocido y os pilló por sorpresa.
Generalmente, en los días después a un despido, el contacto con las emociones es menor (ya que hay que estar preocupado en arreglar papeles, decírselo a la gente, cambiar los hábitos…).
Existe una especie de anestesia emocional y confusión.

Consejo: es mejor no tomar decisiones importantes hasta pasado un tiempo, cuando hayamos conseguido asentar la noticia.

2ª Fase: Tristeza y/o desesperación.

Del embotamiento del shock se pasa al sentimiento intenso de tristeza, rabia o desesperación, en ocasiones muy intensos. Puede haber alternanza de “encanto-desencanto”, sobre el anterior trabajo, con pensamientos recurrentes sobre los motivos o las rutinas pasadas.
Suele haber una preocupación muy intensa sobre el futuro y las decisiones a tomar.
Aparece el insomnio, las malas digestiones, la ansiedad, el nerviosismo, etc.


Consejo: crear rutinas nuevas que os mantengan ocupados, estructurar la búsqueda de empleo y tener tiempo libre dedicado al ocio.

3ª Fase: desesperación y retraimiento.

Suele haber una tendencia al aislamiento, al deseo de estar en soledad  y no querer hablar de ello. Esto hace que se rompan hábitos, rutinas y que se tienda a abandonar hasta actividades que resultaban muy gratificantes.
En esta fase puede aumentar la tristeza, la preocupación, el autoreproche o la frustración y tiene más riesgo corre a cronificarse, ya que algunas personas que pierden el trabajo, luego están mucho tiempo en esta fase de apatía y aislamiento.

Consejo: en esta fase es en la que es necesario estar atento y poner medios para que no se cronifique, tanto si nos pasa a nosotros o a una persona de nuestro entorno.

 Fase 4: Pérdida de identidad

Cuando se pierde el trabajo, también puede haber una pérdida de la identidad ya que la persona que la vida profesional se pierde (junto con el reconocimiento, funciones, contacto social…).
Esto produce gran desorientación y una crisis vital que en muchas ocasiones lleva a plantearnos quiénes somos y qué es lo que queremos.

Consejo: saber que somos mucho más allá del trabajo. Que no "tenemos", sino que "somos".

 Fase 5: Reorganización y acomodación.

 Los sentimientos que en el pasado fueron intensos, ahora se atenúan y empieza a haber tranquilidad, aceptación y puede ir apareciendo la ilusión.
Este es el momento de plantear nuestro objetivo y elaborar un plan de acción para saber lo que ralmentese quiere conseguir.

Es el mejor momento para dejar el pasado atrás y plantear un avance tanto personal como profesionalmente.
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En la siguiente presentación de Prezi hago un resumen de las mismas fases e incorporo un vídeo muy conocido sobre los sueños y las metas que espero que os guste.
 Pinchar aquí   ---Las fases del duelo 


 


¿Os sentís identificados?, ¿habéis pasado por el duelo?, ¿estáis en ello?.

Me gustaría mucho conocer vuestras opiniones.

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